El retinol es una forma de vitamina A muy eficaz para combatir las arrugas y mejorar el tono de la piel, lo que lo convierte en uno de los activos estrella en los tratamientos antiedad y contra el acné. Ahora bien, ¿es realmente seguro? El uso de retinoides en cosmética requiere un periodo de adaptación para evitar efectos secundarios, especialmente en pieles sensibles: irritación, rojeces o mayor sensibilidad al sol. A continuación, repasamos los posibles efectos adversos del retinol y los mejores consejos para introducirlo en tu rutina sin riesgos, sea cual sea tu tipo de piel.
¿Cuáles son los efectos secundarios del retinol?
Los efectos secundarios habituales de los retinoides son enrojecimiento, irritación, descamación, sequedad, aumento de la sensibilidad al sol y picor.
Irritación y rojeces frecuentes
El retinol puede provocar diversas reacciones cuando se utiliza por primera vez:
- Irritación cutánea
- Aparición de rojeces
- Descamación
- Sensación de quemazón
Este fenómeno es completamente normal al comenzar un tratamiento con retinol: la piel necesita tiempo para adaptarse a este activo potencialmente irritante. Con el paso de las semanas y la continuidad en su uso, estas molestias suelen disminuir, dando paso a un tono más uniforme, liso y luminoso.
Sequedad de la piel
La sequedad es uno de los efectos secundarios más comunes tras la aplicación de retinol, debido a su capacidad exfoliante.
Mayor sensibilidad al sol
El retinol acelera la renovación celular, lo que lo hace muy eficaz contra los signos de la edad. Sin embargo, este proceso debilita la barrera protectora de la piel, aumentando su vulnerabilidad frente a las agresiones externas y el estrés oxidativo. Esto se traduce en:
- Mayor riesgo de quemaduras solares
- Envejecimiento prematuro de la piel
Por esta razón, se recomienda utilizar el retinol exclusivamente por la noche.
Picor
El picor suele deberse al potente efecto exfoliante del retinol en su forma activa, que debilita temporalmente la barrera cutánea al eliminar las células muertas.
Brote de acné o imperfecciones
En algunos casos, pueden aparecer granitos o imperfecciones al introducir el retinol en la rutina. Este fenómeno se denomina purga y suele ser temporal: una inflamación inicial mientras la piel se adapta, que puede durar varias semanas.
Reacción alérgica
Aunque es poco frecuente, el retinol puede desencadenar una reacción alérgica. Si experimentas hinchazón de labios o párpados, urticaria o picor intenso, consulta rápidamente a un dermatólogo.
¿Quién debería evitar el retinol?
El retinol suele ser bien tolerado por la mayoría de los tipos de piel, salvo en determinados casos:
Embarazo y lactancia
El retinol en forma activa, así como otros retinoides (retinal, ácido retinoico…), están totalmente desaconsejados durante el embarazo y la lactancia.
Pieles sensibles y atópicas
Las pieles muy sensibles pueden reaccionar mal al retinol, presentando rojeces, irritación o sensación de quemazón. Es especialmente el caso en:
- Pieles con tendencia a rojeces (rosácea, cuperosis)
- Pieles finas y secas
- Pieles hiperreactivas que responden mal a los cosméticos
En estos casos, si deseas probar derivados de la vitamina A, es preferible optar por fórmulas suaves (por ejemplo: encapsuladas o combinadas con activos calmantes como la niacinamida).
En patologías cutáneas
Personas con enfermedades inflamatorias de la piel (eczema, psoriasis, dermatitis...) deben evitar el retinol o consultar previamente con su dermatólogo.
Durante tratamientos antiacné
El retinol no debe combinarse con tratamientos médicos antiacné como la isotretinoína (Roaccutane) o el peróxido de benzoilo, que ya sensibilizan mucho la piel.
¿Cómo usar el retinol de forma segura?
Comenzar con concentraciones bajas
Es recomendable empezar con concentraciones suaves (hasta un 0,3%) para comprobar la tolerancia de la piel.
Al principio, aplícalo solo 1 o 2 veces por semana e incrementa la frecuencia de forma progresiva.
Basta con unas pocas gotas: el retinol es un activo muy potente. Las aplicaciones diarias solo deben realizarse cuando la piel ya está acostumbrada.
Resultados antes/después del retinol: descubre todos los efectos del retinol en tu tipo de piel
Hidratación constante
Mantener la piel bien hidratada es fundamental para minimizar los posibles efectos secundarios del retinol.
Realizar prueba de tolerancia
Antes de aplicar el producto en el rostro, haz una prueba de tolerancia cutánea: aplica 1-2 gotas en la muñeca y observa la reacción. Si aparecen molestias importantes, no lo uses en la cara.
Evitar su combinación con ácidos exfoliantes
No combines el retinol con exfoliantes químicos como AHA (alfa-hidroxiácidos), BHA (beta-hidroxiácidos), ácido glicólico o vitamina C.
Protegerse del sol
El retinol es fotosensibilizante, es decir, aumenta la sensibilidad de la epidermis a los rayos UV. Exfolia la piel, volviéndola frágil a la luz solar y propensa a la irritación. Por eso es mejor utilizarlo por la noche y evitar este ingrediente cosmético si te expones al sol durante mucho tiempo. He aquí un ejemplo de rutina de cuidado de la piel que incluye un producto a base de retinol:
- Por la mañana: Limpiar la piel, aplicar una crema hidratante y un protector solar SPF 50 como nuestro Protector Solar SPF30-UVA50.
- Noche: Desmaquillar y limpiar la piel, aplicar un sérum hidratante con ácido hialurónico y un tratamiento de noche antiedad con retinol.
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¿Es necesario evitar el retinol?
La mala fama del retinol se debe a menudo a su uso inadecuado en cuidados cosméticos. Por ello, es esencial introducirlo progresivamente y tomar ciertas precauciones, como proteger la piel del sol durante el día. Siguiendo estos consejos, el retinol puede convertirse en un verdadero aliado para mejorar el aspecto de las arrugas en las pieles maduras, alisar la textura de la piel y combatir los primeros signos de arrugas, acné e hiperpigmentación.